Acueducto de las herrerías (Campillo de Deleitosa)

En el Valle de la Garganta Descuernacabras, en el Geoparque Villuercas Ibores Jara, encontramos una extraña construcción, un antiguo canal de agua de unos 7 kilómetros, abandonado, y que nos llama la atención por encontrarse en un valle ausente de civilación, en el que no hay pueblos ni casas habitadas cercanas.

Según la bibliografía consultada servía para abastecer de agua a una antigua herrería y posterioremente a tres pequeñas centrales elécricas, alcanza su grandiosidad con un acueducto de una veintena de arcos, construido a base de pizarra y ladrillo, que salva el desnivel de un pequeño arroyo y que lo ha convertido en una atracción turística para senderistas.

Piódão

Piódão es una pequeña aldea que se encuentra en el fondo de un remoto valle de la «Serra do Açor», en el centro de Portugal, con poco más de 200 habitantes ha sabido guardar esa esencia tradicional perdida en la mayoría de las aldeas portuguesas, sus casas de piedra parecen haber quedadas ancladas en el tiempo y junto a los verdes bosques que la rodean conforman un paisaje que no te puedes perder.

Puente del Búho

El río Gualija transcurre desde la Sierra de Altamira, en el Geoparque Villuercas Ibores Jara, hasta desembocar en el Pantano de Valdecañas, muy cerca de esta desembocadura encontramos un característico puente que servía de acceso a la antigua ciudad de Talavera la Vieja y permitía el cruce del río del ganado que transcurría por la cañada de San Román.

Talaverilla, antigua ciudad romana de Augustóbriga

Talavera la Vieja, también conocida como Talaverilla, es una antigua ciudad que se encontraba en el margen izquierdo del río Tajo, entre las actuales localidades de Bohonal de Ibor y Peraleda de San Román, en la provincia de Cáceres, construida sobre la ciudad romana de Augustóbriga.
En 1963 la construcción de la presa de Valdecañas depararía un triste final para la ciudad que quedaría sumergida bajo las aguas y sus habitantes realojados en otros pueblos cercanos, sus casas demolidas, y los múltiples restos romanos perdidos entre escombros y sumergidos a varios metros de profundidad, de los que solo se salvó el portico de un templo formado por cuatro columnas frontales y dos laterales que se desmontó y se transportó piedra a piedra a un enclave cercano como recuerdo de lo que un día fue una próspera ciudad romana. En 1931 se declaró bien de interés cultural.
La ciudad permanece sumergida y solo es visible aquellos momentos en los que el nivel del agua del pantano de Valdecañas está por debajo del 25%.

Grutas de Columbeira (Bombarral)

En el Vale do Rôto, próximo a la aldea de Columbeira (Bombarral) encontramos varias grutas que son consideradas un referente en la arqueología portuguesa ya que son de los pocos lugares en los que se han hallado evidencias de la ocupación del Hombre de Neandertal en tierras lusas, han sido excavadas en varias ocasiones desde el año 1962 y en ellas han aparecido además de una importante muestra de industria lítica (+ de 5000 piezas), huesos humanos, ídolos-placa, cerámica, restos de animales como osos, lobos, ciervos, cabra montés, linces … todos estos elementos encontrados en ellas evidencian una larga ocupación de estas cavidades calizas desde el Paleolítico medio hasta la Edad del Bronce.

Gruta da Furninha (Peniche)

La Gruta da Furninha, también conocida en la zona como Cova Dominique, es una gruta caliza que se encuentra en  el extremo sur de la  península de Peniche, a escasos   50 metros de la carretera y en pleno acantilado.

Esta cueva fue ocupada desde el Paleolítico Medio, fue excavada en 1880 por Joaquim Nery Delgado, y en ella se encontraron restos humanos de unos 140 individuos, de animales (peces y mamíferos), utensilios de hueso y piedra así como  varias piezas de cerámica neolítica.

 

 

Más información:

> A Gruta da Furninha (Peniche): estudo dos espólios das necrópoles neolíticas.  António Faustino Carvalho y  João Cardoso.

> Gruta da Furninha. Fotoarchaeology.blogspot.com. Ricardo Soares.

Cabañas del Castillo (Extremadura)

 

Cabañas del Castillo es uno de esos pequeños  pueblos de Extremadura en los que el tiempo parece detenerse, con tan solo 14 habitantes  sus casas descansan en la solana de un gran roquedo cuarcítico y desde arriba,  como un vigilante desde su atalaya, las ruinas de su castillo  son testigos del «progreso», de la era del cemento, la contaminación y el dinero, mientras mueren lentamente en el olvido.

 

Lapa do Forte do Cavalo (Sesimbra)

 

La «Lapa do Forte do Cavalo» es una gruta caliza que se encuentra en el extremo occidental de Sesimbra (Portugal),  a una altitud aproximada de 75 m . y a 160 metros de los acantilados del Océano Atlántico, tiene unas dimensiones de unos 30 metros de largo, 20 de ancho y unos 8-10 metros de altura, su suelo está relleno de sedimentos procedentes de derrumbamientos.

En este lugar han aparecido diferentes piezas cerámicas y huesos que datan una ocupación de la cueva en un periodo muy amplio, desde la edad del hierro hasta tiempos recientes ya que su localización era conocida por los habitantes de la zona y utilizada como un perfecto refugio para  el ganado.

Ruta por el berrocal de Ibahernando, el portal de las brujas.

Pasamos el día caminando  por el berrocal de la localidad cacereña de Ibahernando,  atraídos por el característico nombre de una de sus pequeñas cuevas «el portal de las brujas», sin duda este lugar esconde entre sus moles graníticas mucho más que simples piedras y cuevas con llamativos nombres,   rincones olvidados que quizás algún día formen parte de un nuevo capítulo de la historia  extremeña.

 

 

 

Grabados en el Valle del Gévalo (Toledo)

En ocasiones cuando salimos al campo, a explorar, a disfrutar de la naturaleza, de un buen paisaje … tenemos la ilusión de encontrar algo nuevo, algo que nadie nunca haya  visto antes, a descubrir  ese  pájaro que ves por primera vez,  a encontrar algo valioso … muchas veces  dejamos pasar ciertos detalles que por evidentes, por recientes o , en mi caso en muchas ocasiones por desconocimiento consideramos menos importantes, detalles que no te van a marcar como descubridor de nada, detalles que  quizás no llevan mucho tiempo en el lugar donde lo encuentras pero que por ello no dejan de tener su importancia, porque  quizás esos pequeños detalles son  parte del tiempo de aquellos que mejor conocían esa tierra, partes de su forma de vivir,   de su forma de pensar, una forma de expresión,   o quizás ,   la  única manera que encontraron de pervivir en el tiempo.

Os muestro una serie de grabados del Valle del Gévalo, no demasiado antiguos, pero que  han quedado  como una forma  de expresión de aquellos que habitaron este valle, que vivían de la tierra y que encontraban entre las paredes de los grandes roquedos el refugio,  el alimento y  el lugar ideal para que algunos  nos imaginemos el pasado y sobre todo, que no olvidemos .