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En el Valle de la Garganta Descuernacabras, en el Geoparque Villuercas Ibores Jara, encontramos una extraña construcción, un antiguo canal de agua de unos 7 kilómetros, abandonado, y que nos llama la atención por encontrarse en un valle ausente de civilación, en el que no hay pueblos ni casas habitadas cercanas.
Según la bibliografía consultada servía para abastecer de agua a una antigua herrería y posterioremente a tres pequeñas centrales elécricas, alcanza su grandiosidad con un acueducto de una veintena de arcos, construido a base de pizarra y ladrillo, que salva el desnivel de un pequeño arroyo y que lo ha convertido en una atracción turística para senderistas.
Cabañas del Castillo es uno de esos pequeños pueblos de Extremadura en los que el tiempo parece detenerse, con tan solo 14 habitantes sus casas descansan en la solana de un gran roquedo cuarcítico y desde arriba, como un vigilante desde su atalaya, las ruinas de su castillo son testigos del «progreso», de la era del cemento, la contaminación y el dinero, mientras mueren lentamente en el olvido.
El otoño, ese momento en el que los colores ocres se apoderan del Valle del Almonte, momento en el que las hojas de los castaños empiezan a caer, a tapizar el suelo mientras las setas luchan por buscar la luz entre la tupida hojarasca y la espesa niebla, el frío, las chimeneas humeantes, y el olor a tierra mojada se apodera de todo el valle, de sus habitantes , del ajetreo diario en busca de ese preciado fruto base de la economía de muchas familias, la castaña.
El Valle del Guadarranque es uno de los primeros valles de las estribaciones de Los Montes de Toledo que se adentran en la provincia de Cáceres, por el discurre el río del mismo nombre durante unos 30 kilómetros en los que no hay ninguna población, solo algunas casas aisladas de grandes fincas de caza, algunas como «Valdepuercas», de 18000 hectáreas propiedad del empresario José María Aristrain y sobre el que pesa una acusación por el mayor fraude fiscal a Hacienda (210 millones de euros). También podemos encontrar en este valle el Coto Regional de Matallana, 10,000 hectáreas catalogadas en su mayor parte como «Monte de Utilidad Pública», gestionado por la administración autonómica extremeña y que en realidad no permite otra ninguna actividad diferente a la caza.
La observación de fauna en este lugar es todo un espectáculo, multitud de rapaces anidan en los riscos cuarcíticos que encontramos repartidos por todo el valle , las repoblaciones de pinos y los alcornoques de las laderas sirven de lugar de nidificación para las rapaces más pequeñas, ríos y arroyos que mantienen parte de su caudal todo el año añaden el agua necesaria para la vida de todos sus habitantes, pero si algo destaca en este paisaje, es la gran cantidad de cérvidos y jabalíes, una «sobre-explotación» incentivada durante muchos años por los cotos de caza y que en muchos lugares está provocando la escasa o nula regeneración de la flora autóctona existente, con algunas especies tan raras como el loro «prunus lusitánica», que encuentra en estas laderas y gargantas uno de sus últimos reductos.
Hace unos días se descubrió una nueva cueva con un pequeño panel de pintura rupestre esquemática en Roturas (Cabañas del Castillo), en el valle del Arroyo del Verdinal, la cueva tiene dos salidas con orientación Este-Oeste, las pinturas se encuentran en el techo, en la salida orientada hacia el Oeste y cuenta con varios puntos, algunos de ellos casi imperceptibles a simple vista, algunas barras y una pequeña zona muy deteriorada en la que aparecen restos de pinturas pero no se definen ninguna figura especifica debido al mal estado de esa parte del panel.
Fotografías tratadas con DSTretch
Descubierto un nuevo panel con pinturas rupestres esquemáticas en Navezuelas (Cáceres), las pinturas se encuentran en bastante mal estado de conservación pero se pueden apreciar varias barras incompletas, un par de ramiformes y algunos puntos que podrían haber formado parte de figuras mas complejas.
Fotografías tratadas con DSTretch
Termina el mes de diciembre con dos posibles representaciones inéditas de arte esquemático en el Geoparque Villuercas Ibores Jara, más concretamente en los términos municipales de Robledollano y Navatrasierra (Villar del Pedroso).
Ambos paneles están en bastante mal estado de conservación, se encuentran en paredes cuarcíticas casi totalmente verticales, en ausencia de abrigos que los protejan de las inclemencias meteorológicas, por ello, menciono como «posibles nuevas representaciones» ya que aunque algunos expertos viendo las fotografías opinan que son realmente representaciones de pintura esquemática, será necesario un estudio en profundidad e in-situ para confirmar su autenticidad.
El 7 de diciembre de 2018, en el término municipal de Robledollano aparece el primer panel en una pequeña línea de afloramientos cuarcíticos flanqueado por tres importantes arroyos, orientado hacia el Suroeste y a una altitud aproximada de 900m. Las pinturas están situadas en la parte menos rugosa de la cuarcita, encontramos un panel de un metro aproximadamente con indicios de haber tenido distintas representaciones pero está tan expuesto que apenas se aprecia ningún símbolo reconocido, las pinturas mejor conservadas están en dos pequeños paneles debajo del anterior que por su orientación están un poco más protegidos, en ellos podemos ver varias barras y un pequeño panel con varias figuras que no podemos identificar con los símbolos más comunes del arte esquemático pero que sin lugar a dudas sería una representación mucho más compleja de lo que podemos ver en la actualidad. A la derecha del panel principal también bastante protegido de las inclemencias meteorológicas encontramos otro pequeño panel con una figura circular sin completar en la parte superior.
El 22 de diciembre de 2018, en la Sierra de Altamira y próximo a la localidad de Navatrasierra (Villar del Pedroso), localizamos otro pequeño panel con figuras del Arte Rupestre Esquemático, en esta ocasión son tres conjuntos de barras, no habiendo encontrado otras figuras distintas, pero también es un panel muy expuesto y en muy mal estado por lo que es posible que la representación original pudiese contener más figuras que no hayan llegado hasta nuestros días en el estado suficiente de conservación como para poder verlas a simple vista. En estas representaciones destaca la ubicación de dos de los tres conjuntos que se encuentran en una parte muy rugosa de la pared de cuarcita, no siendo muy habitual la elección de este tipo de soporte. Se encuentra a unos 980 metros de altitud, orientado hacia el Suroeste y con una amplia visión de todo el valle del Gualija y varios de sus afluentes que recogen el agua de la solana de la Sierra de Altamira.
Algunas de las imágenes mostradas están tratadas digitalmente con DSTretch para resaltar las pinturas.