Cabañas del Castillo es un pequeño pueblo ubicado en el Geoparque Villuercas Ibores Jara (Extremadura), unas pocas casas a los pies de una gran roca cuarcítica coronada por las ruinas de un castillo, abundantes aves rapaces, historia, cuevas, verdes bosques y encajonados ríos repletos de vida, sin lugar a dudas uno de los mejores lugares que no te debes perder de toda Extremadura.
El Roquero solitario es un ave paseriforme de unos 22 centímetros que habita ecosistemas rocosos del sur de Europa, noroeste de Africa y Asia. Se alimenta principalmente de insectos y bayas que captura en las rocas o en zonas de excasa vegetación.
En el Valle de la Garganta Descuernacabras, en el Geoparque Villuercas Ibores Jara, encontramos una extraña construcción, un antiguo canal de agua de unos 7 kilómetros, abandonado, y que nos llama la atención por encontrarse en un valle ausente de civilación, en el que no hay pueblos ni casas habitadas cercanas.
Según la bibliografía consultada servía para abastecer de agua a una antigua herrería y posterioremente a tres pequeñas centrales elécricas, alcanza su grandiosidad con un acueducto de una veintena de arcos, construido a base de pizarra y ladrillo, que salva el desnivel de un pequeño arroyo y que lo ha convertido en una atracción turística para senderistas.
Cabañas del Castillo es uno de esos pequeños pueblos de Extremadura en los que el tiempo parece detenerse, con tan solo 14 habitantes sus casas descansan en la solana de un gran roquedo cuarcítico y desde arriba, como un vigilante desde su atalaya, las ruinas de su castillo son testigos del «progreso», de la era del cemento, la contaminación y el dinero, mientras mueren lentamente en el olvido.
El otoño, ese momento en el que los colores ocres se apoderan del Valle del Almonte, momento en el que las hojas de los castaños empiezan a caer, a tapizar el suelo mientras las setas luchan por buscar la luz entre la tupida hojarasca y la espesa niebla, el frío, las chimeneas humeantes, y el olor a tierra mojada se apodera de todo el valle, de sus habitantes , del ajetreo diario en busca de ese preciado fruto base de la economía de muchas familias, la castaña.
> Fotografía de Naturaleza < Aprendiendo a cada disparo de la cámara, pero sobre todo, compartiendo momentos y lugares con los mejores amigos