Pinturas rupestres del Paso de Pablo

El abrigo del Paso de Pablo es un pequeño yacimiento de arte rupestre situado en la sierra de la Ortijuela (término municipal de Cabañas del Castillo, Cáceres), fue puesto por primera vez en conocimiento público en junio de 1992, por Antonio González Cordero.

Se encuentra ubicado en un «pasillo» entre pliegues de cuarcita, con orientación norte, el panel con las pinturas se encuentra en el lado interior derecho del abrigo, sobre una superficie vertical ligeramente inclinada. El panel mide aproximadamente 1 metro de alto por 0,50 metros de ancho y contiene una treintena de figuras que incluyen :

  • Animales zoomorfos, principalmente bóvidos y caprinos, dibujados de forma esquemática o semi-naturalista, a veces con cuernos muy marcados.
  • Figuras “ramiformes” o “arbóreas” : formas verticales con ramificaciones, semicircunferencias concéntricas, líneas curvas. Estas figuras no parecen animales, lo que sugiere un simbolismo abstracto o ritual.
  • Puntos, series de puntos, signos geométricos: algunos motivos parecen meramente decorativos o simbólicos; en algunos casos la distribución obedece al relieve natural de la roca.
  • Hay también asociaciones complejas: animales combinados con signos abstractos —por ejemplo, un cérvido pintado en negro superpuesto a figuras esquemáticas rojas—, lo que sugiere una composición con intencionalidad (no simple decoración aislada).

Que el panel esté en un lugar relativamente escondido y de difícil acceso indica que estas pinturas no eran mera ornamentación popular, sino que constituían un espacio especial, reservado o protegido, con intención de perdurar.

Además, el conjunto forma parte del amplio repertorio de arte rupestre del entorno del Geoparque Villuercas‑Ibores‑Jara, lo que subraya su valor patrimonial, y ayuda a reconstruir las sociedades prehistóricas del centro de Extremadura y sus formas simbólicas de relación con el entorno natural.

Fotografías tratadas con DSTretch para resaltar las pinturas:

Orquídea Neottia nidus avis

La Neottia nidus-avis, conocida comúnmente como “nido de ave”, es una orquídea muy particular que se distingue por su aspecto marrón-parduzco, ya que no realiza fotosíntesis. A diferencia de la mayoría de las plantas, carece de clorofila y obtiene sus nutrientes a través de una asociación simbiótica con hongos micorrícicos presentes en su entorno. Esta estrategia, denominada micotrofia, la convierte en una planta rara y altamente especializada.

En Extremadura, Neottia nidus-avis es una especie escasa, catalogada como especie vulnerable, se ha localizado en bosques caducifolios de localidades puntuales de la provincia de Cáceres como Hervás, Sierra de Gata o Villuercas Ibores jara (de donde son las siguientes fotografías).

Orquídea Limodorum abortivum

Limodorum abortivum, conocida como «orquídea sin clorofila» o «orquídea abortiva», es una orquídea silvestre de aspecto inusual que se encuentra en zonas boscosas del sur y centro de Europa, en Extremadura podemos encontrarla pero de manera bastante aisladas en las zonas de bosque mediterráneo con sotobosque, como el Geoparque Villuercas Ibores Jara. Tiene un tallo alto de color púrpura y carece de hojas verdes visibles, ya que no realiza fotosíntesis como la mayoría de las plantas.

«Limodorum» proviene del griego leimon (λειμών), que significa “pradera” o “pastizal”, y doron (δῶρον), que significa “regalo”; así, el nombre podría interpretarse como “regalo del prado”. Sin embargo, irónicamente, esta planta no suele encontrarse en praderas, sino en bosques sombríos. «Abortivum» viene del latín abortivus, que significa “abortado” o “incompleto”. Esto hace referencia a sus hojas muy reducidas y a su incapacidad para realizar fotosíntesis, lo cual le da un aspecto de desarrollo «incompleto» comparado con otras orquídeas.

Pinguicula lusitanica

La Pinguicula lusitanica es una pequeña planta carnívora de singular belleza que se distingue por sus hojas pegajosas dispuestas en roseta, que atrapan diminutos insectos para suplir los nutrientes que no encuentra en los suelos pobres donde vive. Su tonalidad varía del verde claro al púrpura rojizo, dependiendo de la exposición solar y las características del sustrato, lo que la convierte en un atractivo visual en su entorno natural.

Esta especie habita zonas húmedas, ácidas y poco alteradas, como turberas, manantiales o filtraciones. En Extremadura, su distribución es escasa, encontrándose principalmente en áreas muy concretas donde persisten condiciones de humedad durante casi todo el año. Un lugar especialmente destacado para su observación es el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara, donde se ha registrado en enclaves singulares asociados a la geodiversidad, lo que refuerza el valor ecológico y conservacionista de este espacio natural.

La presencia de P. lusitanica es un buen indicador de ecosistemas bien conservados, y constituye un símbolo de la biodiversidad botánica de Extremadura.

Pinturas rupestres en Navatrasierra (Villar del Pedroso)

En la Sierra de Altamira que une les provincias de Cáceres y Toledo apareció hace unos dos años aproximadamente un nuevo panel de pinturas rupestres, encontradas por Fernando Herreruela, se encuentran en un abrigo cuarcítico poco profundo, con orientación suroeste, las pinturas se encuentran entre 1-2 metros de altura en un único panel que cuenta con numerosas figuras, algunas de ellas parecen superpuestas, entre las que destacan dos grandes ramiformes, uno de ellos de más de 60 cm.

El estado del panel no es muy bueno, tiene zonas rayadas y partes caídas en las que han desaparecido algunas pinturas, los abundantes restos en las inmediaciones indican que la zona ha sido bastante frecuentada en tiempos modernos tanto por cabreros locales como en la guerra civil, en la que los combatientes encontraban en esta sierra tan inaccesible un lugar perfecto para esconderse y para controlar el paso entre las líneas rocosas de cuarcitas que conforman estas sierras Villuerquinas, una especie de «muralla» natural que obliga a pasar por puntos muy concretos.

Fotografías tratadas con DSTretch:

Cabañas del Castillo (Extremadura)

Cabañas del Castillo es un pequeño pueblo ubicado en el Geoparque Villuercas Ibores Jara (Extremadura), unas pocas casas a los pies de una gran roca cuarcítica coronada por las ruinas de un castillo, abundantes aves rapaces, historia, cuevas, verdes bosques y encajonados ríos repletos de vida, sin lugar a dudas uno de los mejores lugares que no te debes perder de toda Extremadura.

Acueducto de las herrerías (Campillo de Deleitosa)

En el Valle de la Garganta Descuernacabras, en el Geoparque Villuercas Ibores Jara, encontramos una extraña construcción, un antiguo canal de agua de unos 7 kilómetros, abandonado, y que nos llama la atención por encontrarse en un valle ausente de civilación, en el que no hay pueblos ni casas habitadas cercanas.

Según la bibliografía consultada servía para abastecer de agua a una antigua herrería y posterioremente a tres pequeñas centrales elécricas, alcanza su grandiosidad con un acueducto de una veintena de arcos, construido a base de pizarra y ladrillo, que salva el desnivel de un pequeño arroyo y que lo ha convertido en una atracción turística para senderistas.

Cabañas del Castillo (Extremadura)

 

Cabañas del Castillo es uno de esos pequeños  pueblos de Extremadura en los que el tiempo parece detenerse, con tan solo 14 habitantes  sus casas descansan en la solana de un gran roquedo cuarcítico y desde arriba,  como un vigilante desde su atalaya, las ruinas de su castillo  son testigos del «progreso», de la era del cemento, la contaminación y el dinero, mientras mueren lentamente en el olvido.