Pinturas rupestres en Navatrasierra (Villar del Pedroso)

En la Sierra de Altamira que une les provincias de Cáceres y Toledo apareció hace unos dos años aproximadamente un nuevo panel de pinturas rupestres, encontradas por Fernando Herreruela, se encuentran en un abrigo cuarcítico poco profundo, con orientación suroeste, las pinturas se encuentran entre 1-2 metros de altura en un único panel que cuenta con numerosas figuras, algunas de ellas parecen superpuestas, entre las que destacan dos grandes ramiformes, uno de ellos de más de 60 cm.

El estado del panel no es muy bueno, tiene zonas rayadas y partes caídas en las que han desaparecido algunas pinturas, los abundantes restos en las inmediaciones indican que la zona ha sido bastante frecuentada en tiempos modernos tanto por cabreros locales como en la guerra civil, en la que los combatientes encontraban en esta sierra tan inaccesible un lugar perfecto para esconderse y para controlar el paso entre las líneas rocosas de cuarcitas que conforman estas sierras Villuerquinas, una especie de «muralla» natural que obliga a pasar por puntos muy concretos.

Fotografías tratadas con DSTretch:

Fotografiando ciervos por el Valle del Guadarranque

 

El Valle del Guadarranque  es uno de los  primeros  valles  de las estribaciones de Los Montes de Toledo  que se adentran en la provincia de Cáceres,  por el discurre el  río del mismo nombre durante unos 30 kilómetros en los que no hay ninguna población,  solo algunas casas aisladas de  grandes fincas de caza, algunas  como «Valdepuercas», de 18000 hectáreas propiedad del empresario José María Aristrain  y sobre el que pesa una acusación por el mayor fraude fiscal a Hacienda (210 millones de euros). También podemos encontrar en este valle el Coto Regional de Matallana, 10,000 hectáreas catalogadas en su mayor parte como «Monte de Utilidad   Pública», gestionado por la administración  autonómica extremeña   y que en realidad no permite otra ninguna  actividad   diferente a la caza.

La observación de fauna en este lugar es todo un espectáculo,   multitud de rapaces anidan en los  riscos cuarcíticos  que encontramos repartidos por todo el valle , las repoblaciones de pinos y los alcornoques de las laderas sirven de  lugar de nidificación para las rapaces más pequeñas, ríos  y arroyos que mantienen parte de su caudal todo el año añaden  el agua necesaria  para la vida de todos sus habitantes, pero si algo destaca en este paisaje, es la  gran cantidad de cérvidos y jabalíes,   una «sobre-explotación» incentivada durante muchos años por los cotos de caza y que en muchos lugares está provocando la escasa o nula regeneración de la flora autóctona existente, con algunas especies tan raras como el loro «prunus lusitánica», que encuentra en estas laderas y gargantas uno de sus últimos reductos.

 

Nuevas representaciones de Arte Rupestre Esquemático en Robledollano y Navatrasierra.

Termina el mes de diciembre con dos posibles representaciones inéditas de arte esquemático en el Geoparque Villuercas Ibores Jara, más concretamente en los términos municipales de Robledollano y Navatrasierra (Villar del Pedroso).

Ambos paneles están en bastante mal estado de conservación, se encuentran en paredes cuarcíticas casi totalmente verticales, en ausencia de abrigos que los protejan de las  inclemencias meteorológicas, por ello, menciono como «posibles nuevas representaciones» ya que aunque algunos expertos viendo las fotografías opinan que son realmente representaciones de pintura esquemática, será necesario un estudio en profundidad  e in-situ para confirmar su autenticidad.

El 7 de diciembre de 2018, en el término municipal de Robledollano aparece el primer panel en una pequeña línea de afloramientos cuarcíticos flanqueado por tres importantes arroyos, orientado hacia el Suroeste  y a una altitud aproximada de 900m.  Las pinturas están situadas en la parte menos rugosa de la cuarcita, encontramos un panel de un metro aproximadamente con indicios de haber tenido distintas representaciones pero está tan expuesto que apenas se aprecia ningún símbolo reconocido, las pinturas mejor conservadas están en dos pequeños paneles debajo del anterior que por su orientación están un poco más protegidos, en ellos podemos ver varias barras y un pequeño panel con varias figuras que no podemos identificar con los símbolos más comunes del arte esquemático pero que sin lugar a dudas sería una representación mucho más compleja de lo que podemos ver en la actualidad. A la derecha del panel principal también bastante protegido de las inclemencias meteorológicas encontramos otro pequeño panel con una figura circular sin completar en la parte superior.

 

El 22 de diciembre de 2018, en la Sierra de Altamira y próximo a la localidad de Navatrasierra (Villar del Pedroso), localizamos otro pequeño panel con figuras del Arte Rupestre Esquemático, en esta ocasión son tres conjuntos de barras, no habiendo encontrado otras figuras distintas, pero también es un panel muy expuesto y en muy mal estado por lo que es posible que  la representación original pudiese contener más figuras que no hayan llegado hasta nuestros días en el estado suficiente de conservación como para poder verlas a simple vista. En estas representaciones destaca la ubicación de dos de los tres conjuntos que se encuentran en una parte muy rugosa de la pared de cuarcita, no siendo muy habitual la elección de este tipo de soporte. Se encuentra a unos 980 metros de altitud, orientado hacia el Suroeste y con una amplia visión de todo el valle del Gualija y varios de sus afluentes que recogen el agua de la solana de la Sierra de Altamira.

 

Algunas de las imágenes mostradas están tratadas digitalmente con DSTretch para resaltar las pinturas.

Fósiles bajo la puesta de sol en la Sierra del Hospital del Obispo

Se pierde la luz en el horizonte y la puesta de sol nos hace levantar la vista, observar los perfiles de las sierras villuerquinas con las últimas luces del día, y bajo los pies, cientos de fósiles esperan petrificados que volvamos al lugar, con la cámara en mano, a observar los tesoros del tiempo, del Geoparque Villuercas Ibores Jara.

 

 

Geositio Cancho del Ataque

Pliegues de cuarcita rotos por la garganta del Hospital del Obispo, que abandona dicho valle para continuar camino del Río Gualija, rompiendo a su paso los pliegues de la Sierra del Rullo y formando la que quizás será la cascada más grande de todo el Geoparque Villuercas Ibores Jara.

Apenas a unos 150 metros de la carretera que une Guadalupe con Navatrasierra pasa totalmente desapercibida para aquellos que no conocen de su existencia, escondida en el fondo del Valle y oculta desde las vías de comunicación, si caminamos por sus pedreras escucharemos el rugir del agua en busca de la cascada, en busca de los bosques de loros que descansan a sus pies, mientras numerosas cuevas y abrigos vamos dejando atrás y los fósiles del pasado en forma de crucianas son testigos de nuestro caminar.

La Sierra de la Palomera se tinta de ocre.

En pleno Geoparque Villuercas Ibores Jara encontramos una línea montañosa denominada Sierra de La Palomera, también conocida como Sierra del Hospital del Obispo o Sierra de la Enebrera (según a la parte que nos refiramos ).

Forman una línea de riscos cuarcíticos de alturas que varían entren los 800 y los 1440, rodeados de abundantes bosques principalmente bosques caducifolios de roble melojo aunque también nos encontramos encinas, alcornoques, pinos, madroños, durillos … todo ello tintado de ocre y rojo en continuo contraste con las especies de hoja perenne.

A este contraste de color hay que añadir la abundante fauna y flora, rodeados de grandes fincas cinegéticas, el coto regional de caza de matallana, el conocido por su flora Hospital del Obispo, turberas, orquídeas, plantas carnívoras … una mezcla de naturaleza, colores y sentimientos que convierten a este lugar en uno de los más bellos de todo el Geoparque.