Hace unos días, junto a Jorge Ángel y Noelia Baeza, encontramos unas pinturas rupestres inéditas en La Nava de Ricomalillo (Toledo).
Estas se ubican en la parte exterior de una cueva bastante profunda, donde también se han hallado restos de cerámica. Las pinturas se encuentran en un estado de conservación muy deficiente, lo que dificulta enormemente su visualización a simple vista. Es probable que la cueva haya sido ocupada durante siglos, ya sea de forma permanente o con visitas esporádicas, como ocurre en la actualidad. La presencia de numerosos fuegos ha provocado el ennegrecimiento de las paredes, y en determinadas épocas la cueva pudo haber sido utilizada como refugio o corral para el ganado. Todo ello ha contribuido al deterioro de las paredes y techos, en los que probablemente existieron más pinturas que no han llegado hasta nuestros días.
Fotografías reales de las pinturas :




Fotografías tratadas con DSTretch para resaltar las pinturas:






