Cerca de la localidad portuguesa de Sesimbra encontramos un pequeño cabo (Cabo de Ares), de difícil acceso si no es por mar y desde al que solo se puede acceder desde tierra por un pequeño camino y un sendero de unos 4 kms aproximadamente desde la carretera más cercana.
El recorrido es fácil a excepción del ultimo tramo que cuenta con desniveles más pronunciados, y la cercanía de los acantilados puede jugarnos una mala pasada, tras recorrer la mitad del recorrido sin subir ni bajar grandes pendientes y por un camino transitado por vehículos todoterrenos, entramos en una pequeña senda en la que el paisaje cambia, a un lado encontraremos una línea rocosa con abundantes cuevas y abrigos y al otro los acantilados a pie del Océano Atlántico, perderse es imposible, entramos en un «callejón», un lugar de paso del que no nos podremos desviar hasta llegar a divisar la Baía de Calhau Da Cova, punto en el que comenzaremos a descender bruscamente hasta encontrar construcciones abandonadas de pescadores y lo que en un principio parece los restos de una fortificación militar, aunque según algunas fuentes consultadas no era tal su uso sino que tenía también una utilidad pesquera.