Algo menos de 10 kilómetros unen estas dos playas de Sintra, Praia das Maçãs y Praia da Adraga, un recorrido repleto de sorpresas, en el que los paisajes de los grandes acantilados del Atlántico están siempre presentes, y encima de ellos, casi tocando el cielo, un antiguo santuario romano consagrado a la luna, el sol y el oceáneo … mezclaremos en nuestro caminar zonas naturales prácticamente vírgenes del Parque Natural de Sintra y descenderemos de la montaña para pasar por dos de las playas más conocidas de esta zona, Praia Grande y Praia Pequena, en sus acantilados nos transportaremos a tiempos pasados, en los que los dinosaurios habitaban esta zona y han dejado en las grandes paredes rocosas sus huellas como único testimonio de su caminar por estas tierras portuguesas.
