En casi todo Portugal podemos encontrar lugares en los que el tiempo parece haberse detenido, en los que los cuentos de hadas y princesas parecen revivir de viejas paredes, paisajes de ensueño, rincones en los que disfrutar de fríos atardeceres, donde el agua se mezcla con el cielo, con la fina arena de las playas, donde las leyendas y la imaginación brota a cada disparo de la cámara, donde por muy lejos que te marches, siempre perdurarán … los recuerdos … las ganas de regresar …