Si algo llama la atención al visitante del Geoparque Villuercas Ibores Jara son los grandes crestones cuarcíticos que sobresalen de sus cumbres, grandes moles rocosas que han sido refugio de todas las culturas que han habitado estos valles extremeños, rocas que parecen ausentes de vida pero que cuando nos acercamos, nos depararán muchas sorpresas, cientos de aves, plantas, líquenes … siguen encontrando en estas grietas su modo de vida, su única forma de supervivencia …

Los habitantes de estos valles nos hemos separado de la fría roca, buscando los valles fértiles, los cauces de ríos y arroyos, pero aún en nuestro caminar por estas cumbres seguimos encontrando los restos de un estilo de vida que hemos olvidado, cuevas, pinturas rupestres, grabados, antiguos asentamientos, minas … aún en nuestro tiempo libre seguimos imaginándonos antiguas culturas, aún seguimos visitando los roquedos, aún pisamos la fría roca …