La Pinguicula lusitanica es una pequeña planta carnívora de singular belleza que se distingue por sus hojas pegajosas dispuestas en roseta, que atrapan diminutos insectos para suplir los nutrientes que no encuentra en los suelos pobres donde vive. Su tonalidad varía del verde claro al púrpura rojizo, dependiendo de la exposición solar y las características del sustrato, lo que la convierte en un atractivo visual en su entorno natural.
Esta especie habita zonas húmedas, ácidas y poco alteradas, como turberas, manantiales o filtraciones. En Extremadura, su distribución es escasa, encontrándose principalmente en áreas muy concretas donde persisten condiciones de humedad durante casi todo el año. Un lugar especialmente destacado para su observación es el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara, donde se ha registrado en enclaves singulares asociados a la geodiversidad, lo que refuerza el valor ecológico y conservacionista de este espacio natural.
La presencia de P. lusitanica es un buen indicador de ecosistemas bien conservados, y constituye un símbolo de la biodiversidad botánica de Extremadura.







