Pocos rincones como éste en Extremadura nos transportan a lugares de cuento, en los que el musgo, líquenes y el discurrir del agua, nos conduce a tiempos soñados, raíces de viejos árboles parecen que van a moverse al ritmo de la corriente, para dar vida a los viejos fresnos y alisos que nos observan a cada paso, y mientras tanto, numerosos ciervos salen a nuestro encuentro, con las últimas cornamentas de la temporada, esperando … el final del cuento, y el principio de un nuevo día.